lunes, 15 de agosto de 2011

Según el análisis del recorrido y las mutaciones que ha tenido el imaginario social del Relacionista Público a través de los últimos 20 años, es interesante analizar como siempre su construcción se realiza basándose en la mirada del otro. Pareciera obvio que sea así, ya que el nombre de la actividad lleva la palabra “público” en él. Una, sino la principal, característica de la actividad profesional siempre esta relacionada con lo que se ve, con lo que se decide mostrar, y con la construcción de nosotros mismos desde la mirada del otro.

La pregunta entonces es: ¿cómo se evalúa la actividad de un RRPP desde el ámbito privado?

Toda construcción de “lo público” se realiza a partir de una experiencia que se vive, se le da forma y se constituye en “lo privado”. Es en esta esfera donde las personas nos desarrollamos y ponemos en práctica nuestras capacidades. En el espacio individual y privado se crea, se planifica, es “la cocina” de lo que luego vamos a poner a la vista de todos. Pareciera que en la construcción de estos imaginarios (desde el descontrol de los años 90s, hasta la rigidez del modelo actual) siempre se deja de lado la capacidad individual. ¿Será porque en un Relacionista Público la esfera privada carece de sentido? ¿ó será porque ese aspecto íntimo del profesional que se pone al servicio de la imagen y los medios de comunicación no debe ser mostrada? ¿ó acaso no interesa?.

El accionar de un Relacionista Público siempre esta ligado a este espacio común y compartido, que nos pertenece a todos y a nadie en particular. En la esfera pública predomina lo colectivo, también en el aspecto simbólico; es por eso que un profesional de las Relaciones Públicas debe poder “dominar” estos simbolismos colectivos. A través de la lectura, el estudio y el análisis minucioso de los espacios comunes y públicos que todos compartimos, esos lugares donde todos transitamos, pero que en definitiva no nos definen.

Es complicado pensar que son los lugares comunes y compartidos los que un buen RRPP debe intentar comprender. Y no queda muy en claro que esa sea la meta o el objetivo de nuestra profesión. Asimismo, también es complejo relacionar el entorno real donde nos movemos (en este caso podemos pensar en Argentina, o bien Rosario) con los imaginarios sociales que hemos descripto anteriormente: muy vinculados, expuestos, personificados, alocados, extrovertidos, excesivamente formales y cosmopolitas, chic, modernos. ¿Dónde esta el punto de contacto entonces? En la formación y en la privacidad de este profesional. Es en el ámbito privado donde el hombre moderno debe aislarse (término utilizado por Arendt) para poder mirar desde un punto privilegiado y verlo todo realmente. Es imposible sino entender lo que sucede en el espacio público (que como profesionales debemos comprender, estudiar, controlar) para el correcto desarrollo de nuestra actividad.

También debemos tomar el asilamiento como un punto de encuentro con nosotros mismos, y en este sentido me refiero a lograr entender qué tipo de actividad queremos desarrollar o qué tipo de profesional queremos ser. Los estereotipos que nos rodean nos limitan, en vez de proponernos la búsqueda o de motivar nuestra creatividad. Si nos manejamos en el orden de “lo que se espera de un Relacionista Público”, y en este punto creo que hay muchas carencias y falta de creatividad, sobre todo en el ámbito académico; nunca nos sentiremos satisfechos. El imaginario social actual nos presenta personas vestidas de una manera que representan “éxito” (trajecitos oscuros para las mujeres, tacos altos, BlackBerries, acceso a internet 24 horas al día, inmediatez de respuesta, pensamiento analítico y frío, happy hours en bares irlandeses de moda y hasta descuido de los asuntos personales). Este modelo, tomado de películas o series de televisión del primer mundo, es como una pieza de rompecabezas incorrecta que nunca va a encajar en nuestro entorno. Porque las realidades son distintas, histórica y culturalmente. Ni mejor ni peor, diferente.

Estas verdades construidas respecto a algo o alguien, estos modelos “no pasan por un proceso reflexivo, sino que se instalan como sentido común y terminan por convertirse en filtros para entender la realidad y actuar sobre el mundo (…) proveen un repertorio de “verdades” que orientan la interacción social”. (R. Reguillo). Es por eso que se debe insistir en proveer a los nuevos profesionales de herramientas creativas, para que a partir del estudio, del conocimiento, y de la lectura del entorno laboral podamos construir una identidad profesional propia. Identidad necesaria para la acción y para la propia concepción de uno mismo como trabajador y como comunicador. Saber qué existe, que hay, que se necesita, con qué nos queremos identificar, con que no nos queremos identificar, y también conocer los límites y realidades. El conocimiento de los límites no es un elemento que amputa la creatividad, al contrario, nos propone un escenario real de acción, que es mucho más interesante que el modelo inalcanzable con el rascacielos detrás (comenzando por recordar que en Rosario no hay rascacielos).

jueves, 5 de mayo de 2011

¿Qué es lo importante?

Cuando uno es un profesional de la comunicación, sabemos que la principal prioridad es la claridad del mensaje y el impacto que éste puede tener en el receptor.

A su vez, para los que nos dedicamos a la docencia, también entendemos que lo más importante es la claridad del mensaje y el impacto que éste puede tener en el receptor.

Hace unos días, un alumno me dijo: "Profe, nos gustan sus clases porque son divertidas". Ese comentario me dejó pensando respecto a cuál es el rol que ocupamos en la vida de nuestros alumnos. Y me entran infinidad de dudas respecto a cuál es el objetivo que perseguimos...

Es enseñar?
Motivar?
Divertir?
Informar?
Transmitir conocimientos?
Ofrecer herramientas para aplicar la teoría a la práctica?
Responder a las exigencias de los alumnos?

Todo lo de arriba??

Creo que en cualquier trabajo que uno realice se ponen en juego 3 aspectos: por un lado la capacidad individual (dónde las credenciales, estudios, formación y experiencia entran en juego), en segundo lugar, la libertad con la que uno pueda llevar adelante su actividad (este aspecto queda en manos de la organización donde uno trabaje) y el tercero, y a mi criterio uno de los más importantes: el estilo personal y el profesionalismo con que uno lo aplique.
El estilo se descubre con el tiempo, con la seguridad que nos da un trabajo a lo largo de los años, con la formación personal, con acciones de "prueba y error". El profesionalismo se aplica al estilo personal cuando logramos ese equilibro donde sentimos que "estamos haciendo las cosas bien" y que nos sentimos cómodos haciéndolo, cuando nos gusta como estamos trabajando.
Se siente, no tiene mucha explicación desde afuera.

Para finalizar, un útlimo ingrediente, que se suma a todo lo anterior y que en mi actividad específicamente es clave para el crecimiento profesional: la cuota de humildad que todos aquellos que nos dedicamos a comprartir contenidos y a enseñar debemos tener.

Todo esto lo aprendí trabajando, y se lo debo a mis alumnos.

Gracias!

martes, 21 de septiembre de 2010

La importancia del proveedor

Después de haber participado en la organización de 2 eventos importantes, puedo mencionar la importancia de trabajar con gente que tenga los mismos códigos, y que comparta la visión respecto a como proveer un servicio.
También es importante que todas las personas que trabajamos en la operación del evento entendamos cuál es nuestro rol.
Como organizador, la verdadera habilidad no tiene nada que ver con elegir el mejor menú o ambientar un salón (de hecho yo no cocino, y mi departamento lo ambientó mi novio); la verdadera habilidad es rodearse de buenos proveedores.

Qué es un "buen proveedor"?
Lógicamente: cumplidor, justo, respetuoso, trabajador, innovador.
Además: buena gente, linda gente.

Cuando tenemos a cargo una organización compartimos mucho tiempo, responsabilidades y comunicaciones con todos ellos, quienes vendrán a "hacer" lo suyo al evento que el organizador tiene a cargo. Este organizador tomará cada proveedor, le dirá cuándo, cuánto y como es lo que necesita.
El buen proveedor cumplirá... pero además dará su opinión profesional.

Utópico? Un poco, no todos trabajamos como el otro espera, ni viceversa.
Pero cada proveedor encuentra su organizador, y viceversa.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Seguimos organizando


Como la Gala fue un éxito, nos volvieron a convocar del Grupo Transatlántica, esta vez para coordinar un lunch, que se realiza con motivo del IV Aniversario de SOL Líneas Aéreas.

Un evento corto (como debe ser un lunch), que tiene mitad de oficial (ya que tenemos visitas oficiales, como el Sec. de Transporte de la Nación y el Gobernador de Santa Fe), y otra mitad de festejo.
Hacemos un acto en el aeropuerto, delante de los mostradores de SOL, con banners para reforzar la presencia institucional. Luego, subimos y hacemos el lunch en la planta alta, ambientado para festejar: livings, banquetas y globos.

Gracias por tenernos en cuenta.

Crece María Nasurdi - eventosempresariales

lunes, 6 de septiembre de 2010

Gala Bicentenario Secretarias 2010


Qué placer fue trabajar en este proyecto.

Transatlántica Viajes Corporativos y Hotel Colonial San Nicolás agasajaron en su día a las secretarias con una Gala Bicentenario, a beneficio del Hospital de Niños Zona Norte.

La intención fue hacer un homenaje a este rol tan importante en el mundo empresarial que apuntala la labor de miles de ejecutivos.

La Gala salió perfecta, trabajamos con total comodidad, y la organización estuvo tan correcta que me pude sentar a ver el show de la Fiorino y hasta bailar un rato con "las chicas".

Gracias a todos los que participaron, fue un placer conocerlas y compartir la fiesta.

No renegar del talento

Cuando terminé mi carrera, hace varios años atrás, comencé con un proyecto, con una amiga, para organizar eventos.
Ese proyecto inicial, y bajo el mismo nombre, luego se convirtió en Salón de Fiestas. Ya con otro socio y con una inversión mucho mayor (de capital, de riesgo y de tiempo).

Al cabo de dos años lo vendimos, porque vinieron épocas de Gripe A, de recesión y de "ganas de hacer otra cosa". Ahi entendí que organizar eventos y tener un salón de eventos eran trabajos completamente diferentes.

Alejada de la actividad, haciendo pequeños trabajos para amigos y familiares nada más, me enfoqué en la docencia y la capacitación. En mis alumnos, en especializarme en inserción laboral, y en los asesoramientos.
Es claro que necesitaba alejarme de la actividad que durante tantos años me había fascinado.

Me fue y me va muy bien en el área de capacitación y asesoramiento, de hecho es una de mis grandes pasiones. Me encanta enseñar, lo hago con ganas y con muchísimo placer.
Hasta que volvió la propuesta de organizar eventos, con una idea genial, con presupuesto, con libertad de trabajo, compartiendo el tiempo con gente querida... y no pude decir que no, aunque había decidido casi rotundamente no volver al mundo de la organización.

Volví, todo salió perfecto, lo disfruté y me di cuenta de que soy bastante buena haciéndolo!

Quería hacerlo? No.
Me sorprendí a mi misma? Sí.
Lo disfruté? Muchísimo.

Y bueno, a veces hay que dejarse sorprender.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Seminario

Estaré dictando un nuevo seminario: "Consejos para una Entrevista Laboral".
El tema de "entrevistas de trabajo" siempre nos queda pendiente en el seminario de Marketing Personal, porque es de lo último que hablamos, así que decidimos hacer uno para trabajar 2 horas sobre este tema.

Consejos, qué hacer, que no hacer. Y sobre todo: mitos! Dejemos de pensar que qué nos ponemos para comenzar a prestar atención a qué decimos (y cómo lo decimos).

Cualquier duda me consultan.

Slds!