Después de haber participado en la organización de 2 eventos importantes, puedo mencionar la importancia de trabajar con gente que tenga los mismos códigos, y que comparta la visión respecto a como proveer un servicio.
También es importante que todas las personas que trabajamos en la operación del evento entendamos cuál es nuestro rol.
Como organizador, la verdadera habilidad no tiene nada que ver con elegir el mejor menú o ambientar un salón (de hecho yo no cocino, y mi departamento lo ambientó mi novio); la verdadera habilidad es rodearse de buenos proveedores.
Qué es un "buen proveedor"?
Lógicamente: cumplidor, justo, respetuoso, trabajador, innovador.
Además: buena gente, linda gente.
Cuando tenemos a cargo una organización compartimos mucho tiempo, responsabilidades y comunicaciones con todos ellos, quienes vendrán a "hacer" lo suyo al evento que el organizador tiene a cargo. Este organizador tomará cada proveedor, le dirá cuándo, cuánto y como es lo que necesita.
El buen proveedor cumplirá... pero además dará su opinión profesional.
Utópico? Un poco, no todos trabajamos como el otro espera, ni viceversa.
Pero cada proveedor encuentra su organizador, y viceversa.
martes, 21 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
Seguimos organizando
Como la Gala fue un éxito, nos volvieron a convocar del Grupo Transatlántica, esta vez para coordinar un lunch, que se realiza con motivo del IV Aniversario de SOL Líneas Aéreas.
Un evento corto (como debe ser un lunch), que tiene mitad de oficial (ya que tenemos visitas oficiales, como el Sec. de Transporte de la Nación y el Gobernador de Santa Fe), y otra mitad de festejo. Hacemos un acto en el aeropuerto, delante de los mostradores de SOL, con banners para reforzar la presencia institucional. Luego, subimos y hacemos el lunch en la planta alta, ambientado para festejar: livings, banquetas y globos.
Gracias por tenernos en cuenta.
Crece María Nasurdi - eventosempresariales
lunes, 6 de septiembre de 2010
Gala Bicentenario Secretarias 2010
Qué placer fue trabajar en este proyecto.
Transatlántica Viajes Corporativos y Hotel Colonial San Nicolás agasajaron en su día a las secretarias con una Gala Bicentenario, a beneficio del Hospital de Niños Zona Norte.
La intención fue hacer un homenaje a este rol tan importante en el mundo empresarial que apuntala la labor de miles de ejecutivos.
La Gala salió perfecta, trabajamos con total comodidad, y la organización estuvo tan correcta que me pude sentar a ver el show de la Fiorino y hasta bailar un rato con "las chicas".
Gracias a todos los que participaron, fue un placer conocerlas y compartir la fiesta.
No renegar del talento
Cuando terminé mi carrera, hace varios años atrás, comencé con un proyecto, con una amiga, para organizar eventos.
Ese proyecto inicial, y bajo el mismo nombre, luego se convirtió en Salón de Fiestas. Ya con otro socio y con una inversión mucho mayor (de capital, de riesgo y de tiempo).
Al cabo de dos años lo vendimos, porque vinieron épocas de Gripe A, de recesión y de "ganas de hacer otra cosa". Ahi entendí que organizar eventos y tener un salón de eventos eran trabajos completamente diferentes.
Alejada de la actividad, haciendo pequeños trabajos para amigos y familiares nada más, me enfoqué en la docencia y la capacitación. En mis alumnos, en especializarme en inserción laboral, y en los asesoramientos.
Es claro que necesitaba alejarme de la actividad que durante tantos años me había fascinado.
Me fue y me va muy bien en el área de capacitación y asesoramiento, de hecho es una de mis grandes pasiones. Me encanta enseñar, lo hago con ganas y con muchísimo placer.
Hasta que volvió la propuesta de organizar eventos, con una idea genial, con presupuesto, con libertad de trabajo, compartiendo el tiempo con gente querida... y no pude decir que no, aunque había decidido casi rotundamente no volver al mundo de la organización.
Volví, todo salió perfecto, lo disfruté y me di cuenta de que soy bastante buena haciéndolo!
Quería hacerlo? No.
Me sorprendí a mi misma? Sí.
Lo disfruté? Muchísimo.
Y bueno, a veces hay que dejarse sorprender.
Ese proyecto inicial, y bajo el mismo nombre, luego se convirtió en Salón de Fiestas. Ya con otro socio y con una inversión mucho mayor (de capital, de riesgo y de tiempo).
Al cabo de dos años lo vendimos, porque vinieron épocas de Gripe A, de recesión y de "ganas de hacer otra cosa". Ahi entendí que organizar eventos y tener un salón de eventos eran trabajos completamente diferentes.
Alejada de la actividad, haciendo pequeños trabajos para amigos y familiares nada más, me enfoqué en la docencia y la capacitación. En mis alumnos, en especializarme en inserción laboral, y en los asesoramientos.
Es claro que necesitaba alejarme de la actividad que durante tantos años me había fascinado.
Me fue y me va muy bien en el área de capacitación y asesoramiento, de hecho es una de mis grandes pasiones. Me encanta enseñar, lo hago con ganas y con muchísimo placer.
Hasta que volvió la propuesta de organizar eventos, con una idea genial, con presupuesto, con libertad de trabajo, compartiendo el tiempo con gente querida... y no pude decir que no, aunque había decidido casi rotundamente no volver al mundo de la organización.
Volví, todo salió perfecto, lo disfruté y me di cuenta de que soy bastante buena haciéndolo!
Quería hacerlo? No.
Me sorprendí a mi misma? Sí.
Lo disfruté? Muchísimo.
Y bueno, a veces hay que dejarse sorprender.
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